La práctica de los cinco primeros sábados de mes en un cómodo formato de bolsillo. ¡Para regalar, y regalarnos, la posibilidad de ser asistidos por María en la hora de nuestra muerte con todas las gracias necesarias para nuestra salvación!
«A todos aquellos que, durante cinco meses, el primer sábado, se confiesen, reciban la santa Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía durante quince minutos meditando los misterios, con la intención de ofrecerme reparaciones, prometo asistirlos en la hora de su muerte con todas las gracias necesarias para su salvación» (La Virgen María a Lucía de Fátima).